LLEVAR UNA MALA ALIMENTACIÓN NO ES LA ÚNICA CAUSA QUE LLEVA AL SOBREPESO Y/O LA OBESIDAD.
Claro está que llevar una mala alimentación tiene una relación directa a tener una vida menos sana, aumenta la probabilidad de padecer sobrepeso y/u obesidad, además de conducir a la posibilidad de padecer multitud de patologías asociadas. ¿Pero es la mala alimentación el único factor que nos lleva a la obesidad? NO, la obesidad se da por unas causas complejas y multitud de factores son propios de ella.
Si definimos el sobrepeso y/u obesidad como el resultado de un balance energético positivo llevado a cabo durante un largo periodo de tiempo, en el cual, la ingesta total de energía supera el gasto energético total, podemos decir claramente que no solo la mala alimentación es la causante de ella. Dejando aparte problemas genéticos, metabólicos u otros factores, siendo todos ellos solo un porcentaje mínimo los causantes de esta patología, acusaremos a tener malos hábitos que lleva a un estilo de vida no saludable (mala alimentación, sedentarismo, falta de sueño, estrés) como los principales factores que predisponen el sobrepeso y/o la obesidad.
Estos malos hábitos que llevan a un estilo vida poco saludable se van adquiriendo desde la infancia pero son modificables si uno quiere y pone de su parte, y que de no ser así conllevan consecuencias serias para la salud como puedan ser:
- Enfermedades cardiovasculares (cardiopatías y accidentes cerebrovasculares).
- Diabetes.
- Problemas óseos, articulares y motrices como es la osteoartritis.
- Prevalencia de algunos cánceres.
Deberíamos procurar tener un estilo de vida saludable y si no ha sido así hasta el momento, iniciar el cambio de una forma sensata, progresiva y segura. Con esto nos referimos a establecer un plan consecuente con su estado, si tiene dudas consultar a un profesional del tema y no hacer casos a planes milagrosos, que ni funcionan y además suelen ser nocivos para la salud.
- Tenga un plan adecuado de alimentación, sea consecuente con su ingesta de calorías, realice comidas variadas y cuanto más naturales mejor.
- Limite la ingesta energética procedente de alimentos ricos en grasas y de azúcares.
- Aumente el consumo de frutas y verduras, así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos.
- Disminuya el tiempo que dedica actitudes sedentarias en su tiempo de ocio.
- Manténgase activo y realice actividad física periódica.
- Esté pendiente de su peso, su índice de masa corporal y su circunferencia de cintura.